La legislación europea y nacional en materia de comercialización y etiquetado de huevos obliga a los productores del sector a etiquetar sus productos de manera tal que el consumidor pueda tener acceso a toda la información relativa al producto que está adquiriendo.

En concreto, el Reglamento (UE) no 1308/2013 del parlamento europeo y del consejo de 17 de diciembre de 2013 por el que se crea la organización común de mercados de los productos agrarios, establece que los huevos deben ir marcados con el denominado código de productor. Se trata de un código distintivo que permite conocer la trazabilidad de los huevos comercializados para el consumo humano. Sin embargo, muchas veces el consumidor no conoce el significado de este código que debe aparecer impreso en la cáscara de los huevos, o no sabe cómo interpretarlo.

¿Cómo interpretar el código del productor?

El código del productor está compuesto por tres partes.

La primera de ellas corresponde al código de la forma de cría de las gallinas ponedoras, que puede ser:

  • 0, en el caso de las gallinas de producción ecológica criadas al aire libre.
  • 1, en el caso de gallinas camperas, que tienen acceso al aire libre.
  • 2, en el caso de gallinas criadas en suelo, en naves o gallineros con libertad para moverse.
  • 3, en el caso de gallinas criadas en jaulas.

A continuación, en el código, aparecen dos letras que hacen referencia al país de la Unión Europea donde han sido producidos. En el caso de España, las letras serán ES.

Y finalmente, aparecen otros ocho dígitos que hacen referencia a la identificación del establecimiento de producción, significan: los dos primeros; la provincia, los tres siguientes, el municipio; y los tres últimos, la granja de la que proceden dentro de la localidad.

¿Cómo es la clasificación según su calidad y frescura?

En el estuche de los huevos aparece otra información relativa a su clasificación según la calidad. Los huevos pueden ser de categoría A o huevos frescos, que son aquellos que cumplen con las características cualitativas establecidas en el artículo 2 del Reglamento (CE) No 589/2008, o bien, pueden ser de categoría B, que son aquellos que no cumplen con estas características y, por tanto, no pueden considerarse como frescos. Aunque estos últimos solo se suministran a la industria alimentaria y no alimentaria.

¿Cómo es la clasificación de los huevos según su peso?

Finalmente, los huevos de categoría A también aparecen clasificados por su peso del siguiente modo:

  • XL, muy grandes: peso de 73 gramos o más;
  • L, grandes: peso entre 63 gramos y 73 gramos;
  • M, medianos: peso entre 53 gramos y 63 gramos;
  • S, pequeños: peso de menos 53 gramos.

En definitiva, ¿qué información debe proporcionarse en el estuche de los huevos?

Además de lo dispuesto en materia de información facilitada al consumidor por la legislación aplicable, los estuches de huevos destinados al consumidor deben proporcionar de manera claramente visible y legible indicaciones sobre:

– el código del centro de embalaje de los huevos,

– la categoría de calidad,

– la categoría de peso,

– la fecha de duración mínima,

– las palabras “huevos lavados” para los huevos que hayan sido previamente lavados según lo establecido en la normativa, y, por último,

– una indicación que recomiende al consumidor almacenar los huevos en refrigeración.

Los productores de huevos deben cumplir con estos requisitos, además de con la normativa de higiene aplicable a los productos de origen animal a la hora de comercializar sus productos en el mercado, garantizando así la seguridad alimentaria del consumidor.

 

Fuente: Nataly Fanizzi/ Técnico de Calidad y Seguridad Alimentaria de Ambientum.